Este proyecto se inició el verano de 2002 cuando recibimos a los primeros niños y niñas saharauis. Desde entonces, hemos ido creciendo cada año y hemos conseguido que muchos niños de entre 8 y 12 años disfruten, junto con sus familias de acogida, de una experiencia vital única en la que se combinan solidaridad, tolerancia, aprendizaje, salud, amistad, cariño y cultura.

A través del programa "Vacaciones en paz", los niños de este pueblo en el exilio pueden vivir durante los meses de Julio y Agosto una vida diferente acogidos en hogares de familias españolas y lejos de las condiciones extremas de los Campamentos de Refugiados en Tindouf (Argelia).

Los beneficios que obtienen los niños saharauis, son muy numerosos. Su salud mejora, su vitalidad también, pueden disfrutar de un clima más benigno, de una mejor alimentación no limitada por las condiciones extremas del desierto, establecen relaciones de amistad con niños españoles y fuertes vínculos con la familia de acogida.  

No obstante, quizá el aspecto más importante radica en el programa sanitario. Este programa, que se realiza en colaboración con el Ayuntamiento y las autoridades sanitarias de Getafe, permite que todos estos niños sean sometidos a reconocimientos médicos cada vez que vienen a España.

Estos reconocimientos anuales hacen posible que los niños saharauis disfruten de una vigilancia periódica de su salud, lo que les da, al mismo tiempo, más oportunidades para tener un crecimiento normal. Cualquier anomalía detectada por los médicos permite diseñar el tratamiento idóneo para que este niño pueda superarla con éxito.

Lo más importante que debemos saber cuando acogemos a un niño, es que nos vamos a enfrentar a una prueba importante llena de buenos momentos, pero en la que no faltarán algunas dificultades que van a requerir esfuerzo, generosidad y comprensión. Los niños saharauis son personas extraordinarias: serviciales, amables, obedientes, tolerantes.... Se trata de niños que van a realizar un esfuerzo enorme por adaptarse a nosotros, pero nosotros también debemos acogerles como merecen.

Todos oímos en multitud de ocasiones que es una lástima traer a estos niños a España, para que durante dos meses gocen de comodidades y disfruten de lo más elemental y luego, al volver, retornen de nuevo a una vida llena de carencias.

En realidad, no es así. Es muy importante que estos niños vengan a España durante el verano. El programa "Vacaciones en paz" se pone en marcha en la época en la que los niños españoles no tienen colegio, lo que permite a los niños saharauis y a los españoles un intercambio cultural extraordinario y les da a unos y a otros la oportunidad de contactar con una cultura distinta, con personas diferentes, con otras costumbres,.... Conocer esta realidad hará más tolerantes a nuestros hijos.

La marcha a su hogar será, sin duda, un momento duro para todos. Sin embargo, hay que pensar que los niños saharauis vuelven a su casa deseando ver a su familia, viven en familias en perfecta armonía, rodeados de los suyos y aunque nos cueste creerlo, son muy felices.

No te lo pierdas, acoger a un niño o una niña saharaui es una experiencia única y muy gratificante.